Ya no sé si respirar es bueno
o si nunca aprendí a hacerlo bien
tampoco sé amar
nunca me lo enseñaron
nunca me enseñaron nada
siempre hay errores en los zapatos
mis padres son un error
y yo que al no poder borrar en el espejo sus rasgos
me corto afeitándome
termino con las manos llenas de sangre
como un asesino
me gustaría dejar de sonreír
esta estupidez que se repite
como casa de dibujos animados
esta guerra de entrepierna y corazón
dejar de respirar tanta mierda
dejar el dolor en las flores
ya no sé el color que tienen sus ojos
apostaría mi vida a la página en blanco
ya no sé si seguir
si buscar un tesoro
y luego gastármelo en copas
y en el amor que resbala
y se rompe las dos piernas
ÓSCAR AGUADO
Canción de cuna para un héoe. Editorial Ya lo dijo Casimiro Parker. Madrid, 2009.
3 comentarios:
Pero que muy digna...
A pesar de ello, no hablaremos de dignidad, ya que sabiendo una lo digna que es no le hace falta airearlo por ahí...
Hola Ana. Me ha encantado tu texto de ayer sobre la pareja en la creación.
Yo me identifico mucho con esa Ana de la primera etapa de la que hablas. De hecho estoy inaugurando esta semana el último de mi lista de fracasos.
Por cierto, que no me he presentado. Soy ese chico que un día te mandó un mail y que gracias a Correos tuvo la suerte de conocer tus poemas, todo un ejemplo de honestidad literaria.
Un abrazo.
Publicar un comentario