Es un libro que hace muesca en el ahora de la poesía. Está fuera del tiempo, es como la pasión, un espacio sagrado, donde la vida y la muerte confluyen, donde se conoce y se es en la más libertaria manifestación de consciencia y de otredad.
Los sonetos cargados de vitalidad y erotismo, aligeran el gris paisanaje de fondo de la existencia cotidiana, del sinvivir actual. Porque se lea como se viva, lo que ésta poesía sabe y comunica PARTICIPA de la lentitud de lo bueno y de la inmediatez y efímera extinción de lo mistérico.
Un beset, Ana. Ojalá pudiera escuchar a Tomás Segovia. Su solo hablar es luminoso, sereno y con un envidiable y agudo sentido del humor y del amor.
2 comentarios:
Es un libro que hace muesca en el ahora de la poesía. Está fuera del tiempo, es como la pasión, un espacio sagrado, donde la vida y la muerte confluyen, donde se conoce y se es en la más libertaria manifestación de consciencia y de otredad.
Los sonetos cargados de vitalidad y erotismo, aligeran el gris paisanaje de fondo de la existencia cotidiana, del sinvivir actual. Porque se lea como se viva, lo que ésta poesía sabe y comunica PARTICIPA de la lentitud de lo bueno y de la inmediatez y efímera extinción de lo mistérico.
Un beset, Ana. Ojalá pudiera escuchar a Tomás Segovia. Su solo hablar es luminoso, sereno y con un envidiable y agudo sentido del humor y del amor.
Tu Víktor
Se me olvidaba, te llevo un librito de Belen Gopegui para tu hija.
Víktor
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