Hay poemas verdaderamente maravillosos, intemporales, universales en esta Segunda antología de poesía china, traducida y antologada por Marcela de Juan. He seleccionado unos cuantos poemas cortos, intentando reflejar la variedad de los temas, que abarcan desde la melancolía por el paso del tiempo y la serenidad que proporcionan la naturaleza y la vida apartada hasta la preocupación por las desigualdades sociales; excepto el primero, que copio sobre todo porque me sorprende su antigüedad, los demás son de un período de florecimiento, el de la dinastía T´ang y el período de las Cinco Dinastías, que fue del año 618 al 960.
No puedo ir hacia ti. Tengo miedo.
No pienso ir hace ti. Ves, te lo digo.
Aun cuando la noche pase en vela pensando
y sepa que tampoco duermes tú,
aún así.
Aunque día tras día sigas el camino de la soledad
y llegue al atardecer a una oscura morada.
Pero si de verdad eres mi amigo,
entonces, al final,
hay un camino por el que nunca anduve,
y ese camino no lo andarás tú solo.
Me hallarás una noche junto a ti:
la noche en que me digan que te has muerto
(Anónimo. Siglo VIII a.C.)
¿Cuánto podrá durar para nosotros el disfrute del oro, la posesión del jade?
Cien años cuando más: éste es el término de la esperanza máxima.
Vivir y morir luego; he aquí la sola seguridad del hombre.
Escuchad, allá lejos, bajos los rayos de la luna, al mono, acurrucado y solo,
llorar sobre las tumbas.
Y ahora llenad mi copa: es el momento de vaciarla de un trago.
(LI PO)
El padre trabaja la tierra en la vega,
el hijo arranca los matojos en la ladera.
Estamos en el sexto mes y el trigo no germina todavía,
y ya disponen los silos en casa del recaudador.
El labrador da la segunda arada bajo el sol cenital.
Poco se piensa que, en un tazón de arroz,
cada grano es producto de una penosa brega.
(NEI YI-CHONG)
Juraron acabar con los hunos aunque cayeran en la liza.
En las estepas de los hunos, tres mil hombres han muerto
vestidos de zamarras de pieles.
Esos huesos anónimos que bordean el río
conservan forma de hombres cuando sus mujeres, en primavera, sueñan.
(CH´EN TAO)
Os aseguro que ha sido tremendamente difícil elegir una muestra tan pequeña. Se trata de un libro en el que la repetición de los temas y de los motivos sirven para que los matices se multipliquen y haya que estar muy atento, como cuando uno da un paseo por el bosque; la recompensa es una belleza sutil y una empatía y una humanidad que saltan por encima de tópicos, prejuicios y épocas.
6 comentarios:
Hola Ana, me gusta mucho tu blog. Hablas de la poesía que de verdad me interesa. UN beso.
preciosa poesía milenaria inperecedera en su belleza,
nunca depecionas, besuco...
Me gustan estos chinos, esa forma tan fluida de hacer poesía. Y no sé si hacerme una camiseta personalizada con "A mí también me gusta el blog de Ana Pérez Cañamares"
Jesús, yo me voy a hacer una que diga: "Jesús, ese hombre tímido que consigue ruborizarme". Gracias! Y también a Lukas, y a Alfman, me gusta saber que estáis por ahí...
La poesía china tiene dos mil años de periplos entre los vates cultos y la voz del pueblo, mujeres, hombres, soldades y emperadores, médicos, labriegos... ¡qué universo solo el gran testamento chino de poesía!
En tan feraz siembra algo he leído y me agrada mucho Wang Wei y sus cuartetos, por ejemplo.
Coincido contigo en que debemos explorar más aquel lugar sin lugar en el que hay menos ombliguismo que en la escritura occidental y un respeto a eso tan sagrado para ellos que es la vida (Naturaleza, personas, habitat, memoria social)
Un cordial abrazote
Tu Viktor
Algo recordaba del respeto a la naturaleza por otras lecturas; me ha sorprendido descubrir la humanidad, lo social, la compasión, la solidaridad. Estoy contigo en que la poesía china es una experencia y una herencia abrumadoras. Otro abrazo
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