El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

jueves, enero 04, 2007

Más memoria

Después de leer el poema de Bukowski que colgué ayer, creo que la gente que defiende que la vida es corta es porque no tiene memoria. Y no es que la vida se me haga larga, en absoluto, pero si uno se pone a recordar, si tiene la costumbre de recordar, o más bien el recuerdo tiene la costumbre de asaltarlo, tampoco se puede decir que sea corta.

José Ángel Esteban, en el blog que publica en el periódico digital 20minutos, habla de un libro de Georges Perec titulado Me acuerdo. No lo he leído, pero según el fragmento que aparece en el blog, el libro recoge recuerdos del autor, pequeñas ráfagas de memoria que comienzan todas diciendo me acuerdo, y que forman, leídas una tras otra, una letanía, un rezo al pasado, a la pervivencia de los detalles que se quedaron grabados siguiendo una ley que desconocemos. La memoria, la mía, la de cualquiera, así recitada, es como un largo poema.

Me acuerdo de las costras en las rodillas, que nunca terminaban de curar.
Me acuerdo del pan con mantequilla y azúcar.
Me acuerdo de los libros de los Cinco leídos en la cama, los sábados por la mañana.
Me acuerdo del peso de las mantas, que mi padre remetía bien para que no me destapara.
Me acuerdo del tacto rasposo de la arena en las ruedas de los patines.
Me acuerdo de las ratas que veía en el patio de atrás, rondando los cubos de basura, cuando me asomaba desde la ventana de la cocina al caer la noche.
Me acuerdo de la risa incontenible durante la misa de doce, y de las miradas asesinas del cura.
Me acuerdo de la primera vez que vi una corrida en colores, y me di cuenta de que aquello que brillaba sobre la piel del toro no era sudor, sino sangre.
Me acuerdo...
Me acuerdo..
Me acuerdo...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me acuerdo como si fuera hace cien años, pero a veces como si fuera ayer (el recuerdo tiene esas trampas que te encogen el corazón), de las cervezas y las aceitunas que tomaba en la plaza de Santa Ana y que me hacían volver a casa algo bamboleante (todavía no existía el carnet por puntos) y con una media sonrisa de contento. Siempre que paso por la plaza (alguna vez al año) me acuerdo de aquel octubre (tal vez noviembre, quizás ya enero) y me alegra mucho comprobar que siempre me acordaré de esos días en que una chica comenzaba a hablar, con cierta timidez, de su pasión por Carver y por Chejov. Un beso.

Anónimo dijo...

Existe todo un libro de Juan Bonilla titulado 'Je me souviens'. Si mal no RECUERDO consiste en recopilar todas las ediciones que ha podido encontrar de los volúmenes de Perec, pues éstos llevaban al final unas páginas para que la gente anotase los suyos. Es muy interesante.

Lo cierto es que yo soy de las que tienen muy poca memoria y de las que consideran que la vida es muy corta. Pero supongo que eso es buena señal: será que me lo estoy pasando bien.

Ana Pérez Cañamares dijo...

!Miguel, qué alegría verte por aquí!
El otro día pasé por la plaza de Santa Ana y ese mismo recuerdo se escapó un momento de la cervecería y me salió al paso.
Recordé la sensación de que el encuentro había cuajado y nos quedaban ganas de seguir hablando, un día y otro...
Un beso

Ana Pérez Cañamares dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Ana Pérez Cañamares dijo...

Gracias por el dato, Beatriz, no lo conocía.
Desde luego las cosas se viven de manera muy distinta... aunque crea que la vida es larga y aunque tenga buena memoria (y eso que me va pasando como le pasa a la gente mayor: me acuerdo de cosas de hace treinta años, pero mi cabeza es incapaz de retener un nuevo número de teléfono), yo también siento que lo estoy pasando bien. Bien, mal, regular... que lo estoy pasando, vamos, de todos los colores y todos los pelajes, y con todas las ganas del mundo. Y eso que me acuerdo también de lo malo, pero siempre llega algo bueno para tirar p´alante... Un beso

Enrique Ortiz dijo...

Te pego lo que escribí en el blog (me encantan las coincidencias):

Me acuerdo

Me acuerdo de que D. Ricardo decía: “Delegado, dame un bolígrafo del color de vuestro futuro” y de que nos ponía "ceros psicológicos".

Me acuerdo de que D. Diego, para expulsar a alguien de clase, decía: “Coge el dos y vete” y resultaba que, entonces, en Granada, el dos era el autobús que iba al cementerio.

Eran buenos tiempos.


Je me souviens (Me acuerdo) es un libro que Georges Perec publicó en 1978 y que está compuesto por cuatrocientas ochenta anotaciones que comienzan con Je me souviens, es decir, Me acuerdo. Así:

"Me acuerdo de que mi tío tenía un CV11 con matrícula 7070RL"

"Me acuerdo de que en el Monopoly la avenida de Breteuil es verde; la avenida de Henry Matin, roja; y la avenida de Mozart, naranja."

"Me acuerdo de que un día mi primo Henry visitó una fábrica de cigarillos, y trajo un cigarrillo largo como cinco cigarrillos."

Anónimo dijo...

Bueno, hablar de recuerdos...yo soy la memoria de mi familia y de mis amigos...siempre les pongo en un compromiso...no creo que por tener memoria vivas más o menos simplemente la tienes y ya esta... a lo mejor es que tenemos o nos falta una enzima...pero yo doy gracias a la vida por mi memoria...un beso

Francisco Ortiz dijo...

"No era sudor, sino sangre": imágenes y recuerdos inolvidables, fuertes: de eso estamos hechas las personas.