he memorizado todos los peces del mar
he memorizado cada oportunidad estrangulada
y
recuerdo despertar una mañana
y encontrar todo teñido del color del
amor olvidado
y eso también lo he
memorizado.
he memorizado habitaciones verdes en
Saint Louis y Nueva Orleans
en las que lloré porque era consciente de que por mí mismo
no podría superar
el terror a ellos y a ello.
he memorizado todos los años infieles
(y los fieles también)
he memorizado cada cigarrillo liado.
he memorizado a Beethoven y la ciudad de Nueva York
he memorizado
el trayecto de subida en ascensores, he memorizado
Chicago y el requesón, y las bocas de
algunas de las mujeres y las piernas de
algunas de las mujeres
que he conocido
y el modo en que llovía a cántaros.
he memorizado el rostro de mi padre en su ataúd,
he memorizado todos los coches que he conducido
y cada una de sus tristes muertes,
he memorizado cada celda,
el rostro de cada nuevo presidente
y los rostros de algunos de los asesinos;
he memorizado las peleas que he tenido con
algunas de las mujeres
que he amado.
ante todo
he memorizado esta noche y ahora y el modo en que la
luz cae sobre mis dedos,
las motas y manchas en la pared,
las persianas bajadas tras las cortinas naranja;
enciendo un pitillo liado y río un poco,
sí, lo he memorizado todo.
qué valentía tiene mi memoria.
1 comentario:
Qué buenísimo, Ana; qué perfecto. Un saludo.
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