El autobús que nos lleva al metro
pasa en su trayecto por un parque.
A cada lado de la carretera
nos escolta una fila de árboles
que cada día asisten a la misma escena:
mi hija desayunando las galletas
yo viendo con la misma tristeza
cómo mi hija desayuna
frente a extraños, en un autobús.
Giro la cabeza y ahí están,
los árboles. Tristes y dignos
como profesores prejubilados
que han de callarse lo que saben.
No conozco sus nombres
ni cómo se llaman los viajeros
con los que coincido cada día.
Sólo sé que los árboles
con su tronco negro por el humo
me están susurrando:
nuestro sitio no es éste.
ANA PÉREZ CAÑAMARES
OS ÁRVORES
O autocarro que nos leva ao metro
passa por um parque no seu trajecto.
De cada lado da estrada
escolta-nos uma fila de árvores
que assistem cada dia à mesma cena:
minha filha mastigando as bolachas
eu vendo com a mesma tristeza
a minha filha a comer
na frente de estranhos, num autocarro.
Volto a cabeça e lá estão,
as árvores. Tristes e dignas
como professores pré-reformados
que hão-de calar-se com o que sabem.
Não lhes sei os nomes
nem como se chamam os passageiros
com quem viajo todos os dias.
Sei só que as árvores
me sussurram, com seus troncos
escurecidos pelo fumo:
o nosso lugar não é este.
(Traducción Albino Mato. De su blog Rua das pretas. Muchas gracias).
2 comentarios:
¿Puede exisitir alguien que se contente con su destino?
Buen día.
Las hojas muertas en el otoño de una ciudad, Madrid, donde el camino a la escuela, soñolientos, carece del encanto y la ilusión de antaño... La pintura de Schiele es una buena opción para ilustrar este elegíaco poema
http://blocdejavier.wordpress.com/2013/09/12/los-arboles/
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