El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

martes, febrero 28, 2012

Un fragmento de Can Poetry Matter?, de Dana Gioia

Dana Gioia (1950), poeta y crítico estadounidense, en su ensayo “Can Poetry Matter?”, realiza un excelente estudio de la poesía contemporánea en el mundo anglosajón. Su análisis da cuenta del estado actual de las prácticas asociadas con la poesía, y propone finalmente seis pasos para insuflar un nuevo aliento a la más antigua de las prácticas literarias.





Aquí, comparto una traducción de la parte final de dicho trabajo, con las seis propuestas.





[…] Deseo que la poesía sea de nuevo parte de la cultura pública de Estados Unidos. No creo que esto sea imposible. Todo lo que se necesita es que los poetas y los maestros de literatura asuman una mayor responsabilidad para llevar su arte a la gente. Cerraré con seis modestas propuestas para hacer que este sueño pueda hacerse realidad.





1. Cuando los poetas hacen recitales, deberían pasar parte de la actividad recitando el trabajo de otros escritores, preferiblemente poemas de autores que no conozcan personalmente. Los recitales deberían ser celebraciones de la poesía en general, no solamente de los textos del poeta presentado.





2. Cuando los administradores de las artes planeen recitales, deberían evitar el típico formato subcultural de leer solamente poesía. Mezclen poesía con otras artes, especialmente música. Planeen veladas para honrar poetas muertos o extranjeros. Combinen breves intervenciones críticas con interpretaciones poéticas. Tales combinaciones atraerían una audiencia más allá del mundo de la poesía sin comprometer la calidad.





3. Los poetas necesitan escribir crítica más a menudo, más inocentemente, más asertivamente. Los poetas deben recapturar la atención de una comunidad intelectual más amplia al escribir para publicaciones no especializadas. Además, deben evitar la jerga de la crítica académica contemporánea y escribir en un idioma accesible. Finalmente, los poetas deben recuperar la confianza del lector al admitir libremente tanto lo que no les gusta como lo que les gusta. La cortesía profesional no tiene lugar en el periodismo literario.





4. Los poetas que compilan antologías, o incluso listas de lectura, deben ser escrupulosamente honestos e incluir nada más poemas que verdaderamente admiren. Las antologías son las puertas de la poesía hacia la cultura en general. Estas no deben ser usadas como mercancía para el intercambio de la escritura creativa. Un arte expande su audiencia al presentar obras maestras, no mediocridad. Las antologías deben ser compiladas para conmover, deleitar e instruir a los lectores, no para halagar al maestro de escritura que asigna libros. Los poetas que antologan nunca deben cambiar la propiedad de la musa por favores profesionales.





5. Los maestros de literatura, especialmente en las escuelas y niveles inferiores, deben pasar menos tiempo en el análisis y más en la interpretación. La poesía necesita ser liberada de la crítica literaria. Los poemas deben ser memorizados, recitados e interpretados. La alegría del arte debe ser enfatizada. El placer de interpretar es lo que primero atrae a los niños hacia la poesía, la emoción sensitiva de hablar y escuchar las palabras del poema. La interpretación ha sido además la técnica del maestro para mantener la vitalidad de la poesía por siglos. Quizá, también sea la clave para la poesía del futuro.





6. Finalmente, los poetas y los administradores de las artes deben usar la radio para expandir la audiencia de las artes. La poesía es un medio aurático, y eso calza idealmente para la radio. Una programación un tanto imaginativa en las cientos de estaciones de radio públicas y universitarias llevaría la poesía a millones de escuchas. […] Mezclar la poesía con música en estaciones clásicas o de jazz, o crear formatos innovadores de entrevistas podría reestablecer una relación directa entre la poesía y la audiencia en general. […]





Es hora de experimentar, hora de abandonar el ordenado pero viciado salón de clase, hora de restaurar la vitalidad popular de la poesía y desencadenar la energía que yace atrapada en la subcultura. No hay nada que perder. De todos modos, la sociedad ya nos ha dicho que la poesía está muerta. Entonces, construyamos una pira funeraria para las disecadas convenciones que se han apilado alrededor y observemos al antiguo e inmortal Fénix, con su radiante plumaje, renacer de las cenizas.

Traducción: Gustavo Solórzano Alfaro, 2009.

(Tomado de su blog: La Casa de Asterión. Gracias.)

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