42.
Muéstrame el valor de este celo enjaulado
bajo la luz reprimida blandamente
enfréntalo
al débil tesón,
a las pétreas ventanas,
a los lánguidos encuentros.
Devuélveme tu niñez y tu lengua
y aprenderé a decir no
para no querer nada
(Dime qué le queda de sí al precipicio
si no sabe que es el borde del vacío).
ANA PÉREZ CAÑAMARES -A LOS 20 AÑOS
1 comentario:
uff...
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