MATRIA
la conocía una lejana mañana
que flameaban banderas.
hablamos en bares y bodegones
durante un tiempo rojo.
una noche en una calle oscura
le acaricié los senos.
nos amamos una tarde
cerca del basural
mientras sus hijos buscaban comida.
sigo enamorado de sus despojos.
ALDO LUIS NOVELLI, Mínimo mundo (Fragmento). Escribiendo en la Patagonia, 2007.
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