Las personas capaces de oír
cómo el silencio vespertino
se va haciendo más profundo
cuando desciende
y le habla al rocío,
esas personas son poetas.
Deberían ser contratadas como escuchadores de hierba
en los jardines de la poesía.
HARRY MARTINSON (Jämshög, 1904–Estocolmo, 1978), El libro de los mil poemas, Entre luz y oscuridad, Nórdica Libros, Madrid, 2009, págs. 369-391. Traducción de FRANCISCO J. URIZ
(Tomado del blog Neorrabioso. Gracias)
1 comentario:
Certero poema, yo quiero una personita así ahora :)
Saludos...
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