La vida está llena de cosas que tienen que
hacerse,
tristes deberes, quehaceres tristse, triste balón
a las nubes
tras un penalti inexistente.
Hay demasiado plomo en los cuerpos
y notas a pie de página, y blancos, tristes
blancos,
tras cada línea del cuaderno y tras cada triste
esquina que doblamos.
La vida tiene tristes cosas que hacerse,
y alguna cicatriz en la barbilla.
CHRISTIAN PERIBÁÑEZ, Cuando éramos reptil. Editorial comuniter. Colección Resurrección, marzo 2010. (Poema y datos del libro tomados del blog de David González, Todo lo demás son palabras. Gracias).
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