SON DE MI PADRE
Mi padre se llama José. Es viudo
desde los treinta y dos años. Tiene setenta y tres
ahora. Enviudó de mi madre, Elena, que murió
a los treinta y dos años. Comunista, mis tíos, los
hermanos de mi madre y los vecinos de mi padre
decían que era comunista. Toda mi infancia oí
que mi pare era comunista, en la década
de los cincuenta, cuando la influencia americana
-hoy se diría: norteamericana, pero en aquella época
era la incluencia americana-, brillaba en los zapatos
de Doris Day, rojos como mi vergüenza, no como mi sexo,
rojos como las recámaras.
Ser comunista en Uruguay en los cincuenta era sinónimo
de ser valiente porque te apedreaban. Hijo de José,
el comunista, huérfano de madre y con conciencia
de que te apedrean, durante mucho tiempo creí que yo era Cristo.
A los cincuenta años mi padre fue a la cárcel, cayó preso.
Apareció en televisión, rapado, alias Jacinto, por vinculación
con el MLN "Tupamaros". Fue condenado a 24 años de prisión
pero salió a la mitad d ela pena, a los doce años, amnistiado.
Esos doce años preso los pasó en el Establecimiento
Penal de Reclusión Militar núm. 1 "libertad", digo,
estuvo 12 años preso en "libertad". En cuanto a mí,
ya no me fue posible escapar a la poesía.
EDUARDO MILÁN, Antología Ante el espejo. Autorretratos en la poesía iberoamericana. Fundanción Inquietudes. Inquietud Europea. II Cumbre Iberoamericana de Jóvenes. Madrid, 2007.
3 comentarios:
es muy grande eduardo milán
Que bonito y profundo
un poemaso, amigo milan. Cosas que pasan en la Republica Remota del Uruguay, lo dice un uruguayo.
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