PALABRAS
Esa alegría, ese sufrimiento, son tan sólo palabras.
Oculta tu alegría. Consigna el sufrimiento
en un lugar seguro. Escribe sólo cuando
tu mano no necesite nada, ni siquiera el dinero
del mundo. Lo que está torcido
no puede ser enderezado.
No trates de arreglar el mundo.
Esa alegría, ese dolor, dice la gente.
Pero se refieren a otra cosa: a sí mismos.
Ponte en guardia; y acecha,
en secreto, en la sangre: cuando surja
esa alegría, ese dolor, di que el hombre
no se merece esa alegría ni ese eterno dolor;
que no tiene derecho
a exhibirlo en escena; ninguno a hacerse daño
a sí mismo
con esa alegría, ese dolor;
menos aún, a herir a otro. Esa
alegría y dolor -¿no lo sabías?-
vienen y van.
NATAN ZACH
Continente perdido. Ed. de Jenaro Talens. Colección Visor de poesía. Madrid, 2007
Esa alegría, ese sufrimiento, son tan sólo palabras.
Oculta tu alegría. Consigna el sufrimiento
en un lugar seguro. Escribe sólo cuando
tu mano no necesite nada, ni siquiera el dinero
del mundo. Lo que está torcido
no puede ser enderezado.
No trates de arreglar el mundo.
Esa alegría, ese dolor, dice la gente.
Pero se refieren a otra cosa: a sí mismos.
Ponte en guardia; y acecha,
en secreto, en la sangre: cuando surja
esa alegría, ese dolor, di que el hombre
no se merece esa alegría ni ese eterno dolor;
que no tiene derecho
a exhibirlo en escena; ninguno a hacerse daño
a sí mismo
con esa alegría, ese dolor;
menos aún, a herir a otro. Esa
alegría y dolor -¿no lo sabías?-
vienen y van.
NATAN ZACH
Continente perdido. Ed. de Jenaro Talens. Colección Visor de poesía. Madrid, 2007
2 comentarios:
Ana, como estas, no te habia visitado y ahora me encuentro con Natan Zach, que sorpresa.
Gracias por compartirlo
saludos mexicanos.
Un santo sin capilla sabe eso y mucho más.
Publicar un comentario