Todos mentimos, esa es la verdad
Oído en televisión en la voz de un charlatán hindú
EQUIVOCACIONES, VOCACIONES
Casi todos los papeles que me nombran mienten.
Me he visto en fotografías que nunca me hicieron.
Los que me elogian o me insultan jamás han compartido el pan conmigo;
publican su veredicto sin mirarme a los ojos
como el que firma un contrato sin leerlo.
Yo mismo escribo en un idioma que aún no aprendí;
recuerdo ciudades que no he visitado;
tengo todavía en los labios el sabor de una mujer que tal vez no me besó.
Mis dedos aprietan el aire caliente que dejó su piel
como el que abraza el cadáver de un desconocido.
EQUILIBRISTA CIEGO
Conviene la tristeza
necesaria, no olvidar
el beso ácido del tiempo, telaraña
disimulada en los racimos,
enmascarada sombra, pan de hielo
no olvidarse del llanto o la fatiga
de los que sufren o se cansan, de la exacta
nomenclatura del dolor
ni del aliento sin alias del herido;
no olvidarse.
Conviene incluso la nostalgia
con su disfraz de pájaro y su música
tan pobre de organillo.
Pero luego
bucearemos sin miedo a las corrientes,
brindaremos brincando muy desnudos
sobre el país en ascuas y, aunque sea
como arropar la nieve,
abrazaremos la alegría y cruzaremos
la vida -esa frontera
entre paréntesis de humo-
como el equilibrista ciego:
sin medir el alambre a cada paso.
JUAN ANTONIO BERMÚDEZ
Compañero enemigo. Editorial Libros de la Herida, Colección Poesía en Resistencia. Sevilla, 2007
2 comentarios:
Evocación y ausencia me dan estos versos.
Eso de arropar nieve me recordó el verso de icaro de baudelaire: y con los brazos rotos, tras haber abrazado nubes..
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