Jorge Riechmann me está acompañando en la bienvenida al otoño. Y tengo que decir que es una gran compañía, inteligente, sereno y duro cuando hay que serlo. De uno de sus poemas entresaco estas frases/versos:
"En poesía no se puede ni hablar por hablar, ni hablar por el placer de escucharse a sí mismo. el breve tiempo y la demasiada muerte nos vedan tales frivolidades. El soliloquio me parece esencialmente no poético: en poesía todo se extrema hacia el tú.
Todo ocupa un lugar: también la palabra prescindible. Para ocupar el suyo, la palabra prescindible ha desplazado o bien a la palabra sustancial, o bien al silencio. Eso es intolerable."
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