El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

lunes, junio 04, 2007

Comentario al poema de Ángela Figuera Aymerich

Me llega este comentario a una entrada en la que colgué el poema "Belleza cruel", de Ángela Figuera Aymerich, y lo cuelgo aquí porque me hace mucha ilusión. Viene sin firmar, pero quiero darle las gracias a quien lo ha escrito:


¡Cuánto me alegra saber leída a mi tía-abuela! Desde siempre la escuché en casa. A mi madre le fascinaba (era su tía) y representó de un modo rotundo la libertad merecida y siempre negada que mi madre reclamaba para ella y para todas las mujeres. Para todos los seres humanos. Tal vez por ello, siempre que pudo trató de incluirla en recitales, encuentros y tertulias. Ángela reestructura lo femenino, revisa muchos de los conceptos que nutren la idea femenina, desde la creación misma (Prometeica, más que Adánica), la maternidad que se vuelve víscera y sangre (entregada al eterno fluir de la especie), hasta el llanto, la sensibilidad o la mismísima Piedad (así, con mayúsculas), ese icono que encorsetó a la mujer y su ideadesímisma en la simple función biológica de la reproducción. La reflexión poético-filosófica de Ángela es íntima y brutal al mismo tiempo, sacude y perturba. Es una generosa ventana asomada a la mujer sin piel, en carne viva. Digo "carne", carne caliente, palpitante, con sus jugos y su sexo, carne que hiede a vida misma Inter faeces et urinam nascimur, decía San Agustín y digo "viva". Cuando pide perdón de un modo tan imponente por la belleza que no sabe no hallar, el cuerpo se nos revuelve cuando entendemos además que esa belleza es irremediablemente hallada en un entorno de absoluta destrucción y miseria: La guerra y la posguerra. La maldita guerra sirvió para que las mujeres fueran exhortadas a mostrar una fortaleza que siempre les había sido vetada. Fortaleza anímica, espiritual y física. Fuerza. Creo que es el rasgo que más me pasma de su poesía. Gracias de nuevo por leerla.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias Ana por compartirlo Ana.

Un beso, Miriam G.