El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

jueves, mayo 31, 2007

Para terminar (de momento) con Pecascor


PARADOJA:


Las segundas intenciones (de las personas en general) son siempre más importantes que las primeras.



(!Qué gran verdad!)

4 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

Ana, es curioso como contrapones a los poetas y como enriquece esta circunstancia tu página. Vas del poeta suicida y que por tanto se imagina de palabras inestables cuando por el contrario la estabilidad de lo que cuenta es brutal, al poeta de perfil presuntamente estable y cuyas palabras cinceladas por el oficio y los años a mí siempre me resultan inestables y fáciles de adivinar. Me quedo por supuesto con la lucidez del débil porque los fuertes de pura formalidad tiende a cortarme la digestión.

Un abrazo.

Sonia.


Nota: Después de la agradable sorpresa que resultó toparme con este Blog, sobrevino la sorpresa de "En días idénticos a nubes". Un libro delgado y poderoso, cuajado de poesía y no de lírica, que me ha regalado momentos de aprendizaje y disfrute. Mi cuento favorito (perdona la desfachatez de escoger entre un todo tan compacto y de provocación tan unánime para el lector)es "El viaje"... Porque leer por ejemplo: " Parece que el mar fuera algo sacado de su imaginación para impresionarme" o "Su mano estaba húmeda y fría a la vez, como en medio de dos emociones fuerte por las que no se pudiera decidir" o esa estupenda metáfora que trata de mitigar el dolor de tu protagonista, de exculparle de su "intervención en el punto y final de su perra", que dice: "A lo mejor se había envenenado con el aire del mar", es un auténtico lujo para el lector.

Me gusta además que en el conjunto de estás 130 páginas, todas las imágenes son capaces de cumplir esos requisitos que yo busco en una imagen, que me haga degustar, palpar, oír, ver y oler para que no abandone la lectura. Me gustan las sílabas con volumen, con sombras, me gustan las palabras que te hagan sentir sin presentir, pero me resulta también indispensable que a ratos me hagan presentir sin sentir, que todo esté en su lugar pero sin alardes para que nada sea impuesto y pueda yo tomar mis propias decisiones. Por esto último me gusta tanto tu cuento "El peso de la fama", y como haces al chico visible, como haces que deje su rastro con sólo avivar el ascua de su cigarro, haciendo que todo tenga lenguaje. O también es súper guay ver lo bien educados que están en esta historia, los estados de ánimo de los protagonistas, como viven sin hacer ostentación de ese momento intenso...

Y bueno, podría decirte muchas cosas más, pero imagino que ya habrás podido hacerte una idea de como se siente de importante un lector frente a tus palabras, al menos frente a estas palabras. Así que seguiré esperándolas y queriendo saber mirar mejor cada día para no perderme ni un detalle de la cara b de tus párrafos.

Un abrazo.

Sonia.

Kebran dijo...

ANA, PECASCOR ES UN CANDIDATO A MI SECCIÓN BENDITOS MALDITOS, Y QUE MAS TE CUENTO QUE GRACIAS POR TUS COMENTARIOS, AHORA ME TENGO QUE COMER A TRUMAN CAPOTE Y SU "A SANGRE FRIA"

Enrique Ortiz dijo...

Qué gran poeta, cómo vuelvo a él una y otra vez. Un beso, Ana.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Bueno, gracias, Enrique y Andrés, y un abrazo.
Y para Sonia, qué puedo decirte, cielo. Que me sigo admirando y sorprendiendo de tu generosidad para ver y para explicar; que el hecho de que te haya hecho sentir importante como lectora me llena de agradecimiento, y de humildad, y a la vez de orgullo; que ver lo que escribo a través de tus ojos es de lo mejor que le puede pasar a un escritor. Que haces que lo escrito pase a ese lugar donde es independiente ya de mí, y está vivo, y lo puedo mirar cara a cara, como a un hijo que se ha hecho mayor y en el que ya no nos reconocemos pero a la vez el orgullo de que viva su vida está ahí. Te mando un abrazo y la emoción de leerte.