El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

viernes, abril 27, 2007

Poema

Como las gallinas
tragas piedras
para hacer mejor
la digestión.

Las gallinas
digieren el grano
tú digieres
las noticias,
los desplantes,
las decepciones,
los errores,
la rabia,
los ataques.

Cada día
la dosis
de piedras
aumenta.

Y te preguntas
cómo hacen
las gallinas
para no ir
volviéndose
poco a poco
de piedra
por dentro.

17 comentarios:

Miriam G. dijo...

Pues echando la piedras fuera cuando ya no las necesitan.

Duro poema.

Un beso, Miriam G.

Anónimo dijo...

Muy bueno, Ana, transmite una gran "aridez", puedo verla.

Kebran dijo...

yo soy casi de piedra Ana, pero que bien escribes, a ver si por aqui entienden tu historia, yo, al menos si, abrazote. y vete a ver ya la peli que sigue en cartel

Anónimo dijo...

Estimada Ana. No sé si todos estos últimos poemas con que nos ilustras son recientes. En todo caso también te destapas. No hay como seguirlos para saber de esa realidad cotidiana que tanto te afecta. No digo más, pero ya que has hablado de piedras ahí va una de esas "frases o poesías para leer en el váter" de la que una vez he comentado aquí en tu blog.



La tarde es como una piedra
Viene lanzada por algún hijo de puta
Y se incrusta en la cabeza.

Enrique Ortiz dijo...

Me gusta cómo vas conduciendo el poema hasta el final, Ana, me parece un logro la construcción con versos cortos. Un abrazo.

Fernando dijo...

Esperemos que uses piedras pequeñitas y no las uses en realidad para arrojartelas sobre ti misma..un beso.

Mariano Zurdo dijo...

La gallina traga piedras para digerir. Nosotros para tapar.
Sigo admirando la capacidad de transmisión con versos tan breves. Yo necesito párrafos interminables para expresar lo mismo, y no sé si con tanta belleza.

marceladenadie dijo...

Me ha gustado tu poema y que no sea de facil digestion. Imagino cientos de miles de ojos con las pupilas turulatas de las gallinas y algo asi como una lluvia de proyectiles con noticias de ultima hora.

Escribo desde un aeropuerto en Atenas y no encuentro ninguna tilde en este teclado.

Felices dias de puente, Ana. Tu blog es un placer.

Salud

Ana Pérez Cañamares dijo...

Marcela, gracias, te imagino en el aeropuerto leyendo mi poema y la verdad es que me lleno de orgullo y satisfacción ;) Feliz puente también para ti, que disfrutes.
Gracias, Mariano. Últimamente me salen así, versos cortos asomados al precipicio.
Fernando, pues sí, alguna se me desvía y me descalabro ;)
Gracias, Enrique, amigo.

Mañana sigo.

Anónimo dijo...

Cuánto en tan poco, Ana, qué grande.
Estoy con Miriam: hay que echar las piedras fuera.
Un saludo.

José Manuel Martínez Sánchez dijo...

Yo no sé las gallinas, pero la mayoría de las personas es que son de piedra.

Un saludo, me gustó mucho tu blog.
Jm.

Ana Pérez Cañamares dijo...

En esto estoy, Miriam, a ver cómo me apaño para echarlas fuera. Más que en el estómago yo creo que se me están acumulando en la espalda, me siento más tiesa que Robocop... Besos.
Áridez es una buena palabra, Paula.
Gracias, Andrés, nos vemos pronto, un beso.
Child in time, pues sí, son todos recientes. Algunos los dejo reposar unos días, otros los subo según los escribo. Supongo que de ahí que viene esa coherencia dentro de la "aridez". A veces yo misma me asusto un poco y me digo que voy a acabar por espantar a la gente que se pasa por aquí... Ah! Me gusta mucho tu poema.
Gracias, Marsu. En eso estoy : masajes, natación, un poco de descerebre, algunas risas, mimos... pero las jodías están bien clavadas.
Gracias, José Manuel, y bienvenido. Espero verte más por aquí

Mariano Zurdo dijo...

Y espoleado por los picos de piedra de tus gallinas sobre mi conciencia, me compré La fiesta del chivo de Vargas LLosa para tapar una sola del millardo de lagunas literarias que tengo.
Así que gracias por batirme el coco, aun sin darte cuenta.

Unknown dijo...

Gracias por la visita, cariño. Sabes, las gallinas tienen un gran secreto: no acumulan heridas de ningún tipo, solo hay atención allí, a la totalidad de la vida. Un beso grande.

Jesús Alonso dijo...

Buena pregunta, la pregunta final y buen poema en su conjunto. Empieza bien el mes de mayo.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

He leido algunos poemas tuyos y se dejan querer.
Hablan de lo que nos ocupa, en un lenguaje cercano, si bien las ideas que transportan son subversivas y de más dificil "digestión". Poesía para releer, pensar y actuar en consecuencia. Esto último es lo dificil.

Tu poema de la gallina me ha recordado una leyenda africana que sirvió a mediados de los 40 y 50 en el rico continente expoliado para sensibilizar a los pueblos de la posibilidad de marcar su vida y su futuro:
es "El aguila y la gallina" y lo rescató Jon Sobrino para reflexionar en voz alta sobre esto mismo que nos cuentas hoy tú.

Bueno, nada, que procuraré vigilar mi dieta y hacer ejercicio, - entiendase vida justa -, en la medida que mi pobre conciencia sepa.

Tuyo,

Viktor Gómez

Ana Pérez Cañamares dijo...

Gracias, Jesús, Ernesto, Mariano.
Viktor, no conozco la leyenda, la buscaré. Gracias por el análisis que haces de mis poemas, hace que me sienta orgullosa de ellos... Me gusta lo de "vida justa" y lo de que los poemas se dejan querer. Y me has hecho pensar que quizás estos poemas son esas piedras a las que al final hay que mirar con cariño...