(Para David González, poeta)
Cuando era pequeña
en la hora del recreo
iba hacia el arenero
y me ponía a escarbar
mis manos dos zarpas
cavando el hoyo
para llegar hasta el diablo
el pelo pegado a la cara
por el sudor
escarbaba y escarbaba
durante media hora
cada día
de vez en cuando alguien se acercaba
me echaba una mano
y luego se iba
todos se acababan cansando
menos yo
no sé lo que esperaba
tenía miedo
pero el miedo me hacía escarbar
más y más deprisa
adelantando el momento del encuentro
el momento en que el diablo
agarrara mi muñeca
y me dijera a la cara
de una vez por todas
si iba o no iba a llevarme
4 comentarios:
Me ha gustado mucho Ana. Yo no era tan valiente.
Un beso, Miriam G.
a mi me encanta lo q escribes y como lo escribes.
mua
Era una actitud contrafóbica, Miriam. De tanto miedo tiraba p´alante.
Marcus, gracias, requetemua!
Gracias por dedicarme este poema, Ana. Me gusta un montón. Abrazo fuerte, Ana, y solidario.
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