THE BANKIA´S LOVE
Yo soy Bankia y tú eres Bankia
y nuestros hijos lo serán también
aunque, para entonces, no existamos
y todo pertenezca al botín
del señor Botín.
Busco en mi nómina una sencilla razón
que me haga abdicar de mi condición de lector,
que me empuje a olvidarme del Mediterráneo
o de nuestros cuerpos desnudos,
presididos por la urgencia de los horarios comerciales.
No encuentro argumento lógico
para bajarme del coche y sentarme frente a la pantalla,
analizando variables de mercado y targets;
el único marketing que me interesa
es el de la seducción,
el proceso mediante el cual tendemos a juntarnos,
a decirnos cosas que ni una hipoteca
conseguiría mantener vivas.
Pienso en las playas y en los barrios altos de Lisboa,
en este calor veraniego adelantado a su tiempo
y no consigo aclarar por qué debo seguir trabajando
para el enriquecimiento de otros
que, posiblemente, nunca susurrarían:
la libertad no está en tu tarjeta de crédito
sino en el crédito que tú me otorgas
para seguir huyendo hacia adelante.
DAVID REFOYO
(De su blog: Una ciudad llamada Perdición. Gracias.)
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