55.
Entendería que mataras a las palomas.
O que besaras, fundiendo humedades,
con loca pasión de insecto herido
el sexo plano del barro.
Entendería que un día, sin darte cuenta,
empezaras por tragarme un pie
y acabaras por la raíz del cuello
(los ojos no: seguirían mirándote por dentro.)
Entendería que rompieras todos los espejos.
Todos deben de recordarte a mí.
Pero antes hay algo que quiero preguntarte:
¿crees que debajo de tanta benevolencia
hay algo diabólico, que acabará por matarnos?
ANA PÉREZ CAÑAMARES - A LOS 20 AÑOS
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