47.
Calma.
Intenta mirar de frente las paredes.
clávalas en la distancia.
Calma.
Ha sido un segundo.
Era este vértigo incontrolable
que me sube como una marea y me arrastra vísceras adentro.
Era este espasmo que me saca fuera
para anularme bajo la luz metálica,
este estertor que me multiplica por las esquinas,
un relámpago desde el entrecejo a la nuca
pasando por mi infancia.
Era esta vibración que se queda cuando todos ya se han ido,
este ansia que siento por tu sangre,
este cristal clavado en la base de mi espalda,
este hambre que no me abandonará
hasta que me dejes ser tú mismo.
ANA PÉREZ CAÑAMARES - A LOS 20 AÑOS
1 comentario:
Busco la calma, después del vértigo, del espasmo, del nervio...
Publicar un comentario