El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

jueves, septiembre 01, 2011

Un poema de Cristina Morano


(Y hablando de flexibilidad, me desdigo. Cuelgo este poema de Cristina Morano, porque me he acordado de él cuando he pisado la calle esta mañana, pasadas las siete. Para que luego digan que la poesía no es útil. Entre otras muchas cosas, acompaña, que no es poco.)


Nadie es bueno ni bello a las seis de la mañana.

Deberían venir a ver

lo que hay aquí.

Deberían madrugar un día de niebla,

venir a esperar el primer tren, autobús, metro

que les llevara a trabajar a una nave metálica,

crujiente.

Deberían encender los tubos de neón,

y sentarse frente a la pared

para escribir miles de cosas sin interés

en una máquina.

Deberían ver a los ancianos sin dentadura postiza,

sin lavarse desde hace meses,

a los analfabetos manchados de tinta,

a los que comemos un bocadillo

en el solar delante de la fábrica,

sin servilletas, ni agua.


No somos agradables,

pero deberían vernos.

Seguro que escribirían grandes frases,

no hierros como éste.




Cristina Morano

3 comentarios:

Tomás Rivero dijo...

No somos agradables,
pero deberían vernos.

Sobre todo, sobre todo, Ana, nos deberían ver los sindicatos. Esos representantes pasados al otro lado de la mesa. Nos deberían ver, y si no nos ven es porque nunca quisieron ver. A estas alturas lo han conseguido: por fin son ciegos. Y el problema es que ya no hay marcha atrás. Esto continúa y la responsabilidad (qué querrá decir responsabilidad?)va a ser nuestra. Dejar de decir y empezar a hacer. Esa autonomía que tanto miedo nos da.
Saludos. Besos. Alegría.

Darío dijo...

Al menos, a las seis de la mañana, estamos más cerca del sueño, quizá, menos vulnerable a la perversión.

Cristina Morano dijo...

Gracias Ana, este poema es uno de mis favoritos y creo que el que más rabia contiene.