UN ROSTRO PARA MIS DÍAS
(No hay historia errada. No hay juego más estéril- no hay debilidad
más enervante- que el de recrear el pasado a nuestro antojo.
A lo hecho, pecho. Del pecho arráncate de cuajo la nostalgia.)
Un rostro
para la informe materia de mi casa.
Un rostro para la historia
que resuma la terca escarcha de los muertos.
Un rostro para que se aposible
reconocer siquiera las peñas y las nubes.
Un rostro donde cobre por fin forma
el mercado mundial de materias primas.
Un rostro que no negocie con las máscaras.
Un rostro a grandes rasgos
o de rasgos menudos
fieles a lo que soy, he sido, voy a ser.
Un rostro
para mis días.
Un rostro, aunque sea reducido
a la reja de un grito
arrancando de cuajo la nostalgia.
JORGE RIECHMANN, Con los ojos abiertos, Baile del Sol, 2010.
(Poco antes de leer este poema escribí esta frase en el Facebook: Tengo que meterme esto en la cabeza y dejarme de nostalgias y remordimientos: que me quiten lo bailao. Él lo dice mejor, claro, pero bueno, por ahí iba lo mío también.)
1 comentario:
Buen poema y gran poeta, del que hacía tiempo no leía nada de él.
Gracias por compartirlo.
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