14.
En esta cama
habré de mirarte hasta morir bajo el peso de tu piel.
Mirarte, preguntarme
quién te enseñó a mentir la lluvia.
En esta cama habré de despertar
para reconocer tu fiera resistencia a lo sagrado
(a lo dolorosamente bello).
Esta cama que embarranca en campos de trigo
donde el viento es un filo brillante
que arranca espigas para hacerlas dardos.
Esta cama habrá de sentirte total como yo no puedo,
tú, luz vuelta a tu principio,
tan voluntariamente
que dentro algo me duele
frío y suave como la piel del agua.
ANA PÉREZ CAÑAMARES - A LOS 20 AÑOS
1 comentario:
No sé si debido a mi astigmatismo o a mi miopía hipermétrope, como ves todo un muestrario de las enfermedades de los ojos que todo lo ven, no me encuentro por ningún lado en este apasionado blog que diriges, editas y escribes. Yo que soy un ciudadano de buena voluntad y poca paciencia pondré tu enlace en sitio destacado reservado a los dioses de la palabra y de la crítica que merezcan la pena.
Muchas gracias poetisa forjadora de palabras.
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