Tus poemas deben ser algo más que avisos clasificados para los corazones rotos.
Un poema debe cantar y volar con vos o será un pato muerto con un alma en prosa.
Un poema lírico debe elevarse más allá de los sonidos hallados en la sopa de letras.
Escribe las palabras de los astrónomos que han visto con Heinrich Olber el sitio donde todo es luz.
Recuerda que “la noche, unas pocas estrellas” tiene más fuerza poética que todo un catálogo de los cielos.
La imágenes en tu poema debieran ser jamais vu, nunca déjà vu.
Las palabras pueden salvarte allí donde las armas son inútiles.
Decide si un poema es una pregunta o una declaración, una meditación o una protesta.
Reinventa a América y al mundo.
Trepa la estatua de la libertad.
Desconfía de la metafísica, confía en la imaginación y refertilízala.
En lugar de intentar huir de la realidad zambúllete en las carnes del mundo.
Si dices que eres un poeta, cántalo no lo conceptualices.
No permitas que se diga que una imaginación indolente ahogó la basura de tu corazón.
Reúne nuevamente la narración de una historia y la voz viviente.
Sé el narrador de grandes historias, incluso de las más oscuras.
Dale una voz a las calles sin lengua.
Convierte las palabras comunes en poco comunes.
Peléate con el destino del hombre como lo hacen los amantes celosos.
Besa el espejo y escribe sobre él lo que ves y oyes.
LAWRENCE FERLINGHETTI (continuará...)
No hay comentarios:
Publicar un comentario