El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta
martes, junio 08, 2010
Dos poemas de Edith Södergran
DECISIÓN
Soy una persona muy madura,
pero nadie me conoce.
Mis amigos se hacen una falsa imagen de mí.
Yo no soy mansa.
He sopesado la mansedumbre en mis garras de águila y la conozco bien.
!Oh, águila!, !qué dulzura hay en el vuelo de tus alas!
¿Vas a callar como todo?
¿quieres quizá escribir? Tú ya no escribirás más.
Cada poema será el desgarramiento de un poema,
no será poema, sino huellas de garras.
AÑORANZA DEL RAYO
Soy un águila.
Esta es mi confesión.
No soy poeta,
jamás seré otra cosa.
Desprecio todo lo demás.
Para mí no hay más que dar vueltas en mi vuelo de águila.
¿Qué ocurre en el vuelo de águila?
Siempre lo mismo, lo eterno.
Como infinita avidez dispara un rayo en el cielo
amando en secreto como cuando nace un mundo nuevo.
EDITH SÖDERGRAN
Poesía sueca contemporánea, Ediciones Litoral, selección y traducción Francisco J. Uriz, Málaga, 1968
Publicado por
Ana Pérez Cañamares
Etiquetas:
poemas de otros
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3 comentarios:
Hace falta ser águila para ser poeta, para percibir desde arriba y desde dentro a la vez, pero hace falta ser un águila rebelde y salirse del vuelo rutinario.
Me gustaron los poemas.
Saludos.
Comprendo perfectamente a Edith Södergran en su primer poema. Es tanta la gente dada a hacerse extrañas figuraciones, ay.
Besos.
Ah, compa Ana, ¿pero también escriben poesía? Y yo que he llegado a pensar que allí sólo se escribía novela negra...
Un abrazo y buen fin de semana.
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