Abro la carta del banco
tras el éxito del primero
me ofertan con grandes letras
su nuevo fondo de inversión.
El asterisco me lleva hasta
la letra pequeña que advierte:
rentabilidades pasadas
no garantizan
rentabilidades futuras.
Yo lo agradezco. El aviso.
Y me lo guardo.
Para cuando se me olvide que
lo que he vivido hasta ahora
no es garantía para saber
lo que vendrá a partir de ahora.
Y es que la vida, al fin,
es un negocio de alto riesgo.
BELTRÁN LAGUNA
(Tomado de su blog Poeta en prácticas. Muchas gracias).
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