El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

sábado, abril 24, 2010

Dos poemas de José Zúñiga a sus abuelos

por ser franco

En su lecho de muerte me lo dijo
un viejo comunista poco antes de que el cáncer
lo matara: “Yo conocí a tu abuelo,
era un buen hombre”. Y así supe
que tenía un abuelo fusilado.
Por fin alguien me hablaba
de su historia, en casa
nunca se hablaba de según qué cosas.

Mi abuelo (me contó) no era anarquista,
tampoco jornalero ni rojo
ni tan siquiera pobre; era
lo que hoy diríamos
un pequeño empresario,
con su modesta fábrica
de zapatillas, hechas
más o menos a mano.

“A veces iba a misa”, recordaba
aquel buen hombre que fue su compañero
y ateo militante hasta el final,
“cuando entraron
todos tuvimos que salir corriendo
pero él no se movió; nos dijo:
yo, por qué,
yo no he hecho nada.
Un poco ingenuo era”, concluyó.

Lo mataron al alba, como a todos,
junto a las tapias del viejo cementerio.
“Yo no he hecho nada”,
dijo. Y no mentía.
Había sido franco.



hoy no me callo

Y mi abuela
decía que era feliz
y así murió
mi abuela
diciendo
que era feliz
si nosotros
estábamos contentos
y nunca dijo
mi abuela
por qué vivía allí,
aquella casa
que nunca fue la suya
cuando tantas tenía,
aquel lugar
extraño a sus orígenes,
y nunca dijo
por qué
se había marchado,
por qué
no quiso soportar
la infamia,
la vergüenza,
quién buscó,
aunque no pudo,
doblegarla,
raparle la cabeza,
ponerla de rodillas
a fregar escaleras
en el ayuntamiento,
y nunca dijo,
y fue
toda su vida
una sonrisa,
y fue,
ella fue quien me puso
una guitarra
entre las manos
y me enseñó a cantar
y hasta a hablar en francés.

Y mi abuela
vivió con dignidad,
se tragó el miedo,
el miedo,
el miedo a hablar
de unos recuerdos
que no eran
precisamente amables,
me enseñó
lo que nadie: a ser
yo mismo
pero sin molestar.

A medias lo aprendí
y hoy he llorado
por toda aquella
rabia contenida,
y hoy he llorado
también
porque no puedo
decírselo,
a mi abuela:

ella, que tanto pudo
odiar, me lo calló.
Yo
no puedo callarme,
me vas a perdonar,
abuela,
hoy no me callo.

JOSÉ ZÚÑIGA

(De su blog Tiempo a destiempo. Gracias)

1 comentario:

CLAUDIO BURGUEZ dijo...

Jose: esta franqueza es una locomotora y da gusto tirarse a las vías.