El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

martes, octubre 20, 2009

Mario Merlino: un poema y un recuerdo


Hace poco, este verano, murió el poeta Mario Merlino. Y hoy quiero colgar un texto suyo que me encanta y contar mi humilde recuerdo de nuestro único encuentro.

Yo tenía veintiún años. Acababa de independizarme, y compartía una casa destartalada con un compañero de trabajo y otra fauna variopinta. Por aquel entonces, yo llevaba ya años escribiendo poemas, pero no tenía relación con otra gente que escribiera, apena nadie había leído mis textos... en fin, que estaba más perdida que encontrada. Y no recuerdo quién me habló de Mario Merlino y de que daba talleres en su casa.

Fui a su casa en Malasaña con todos mis papeles bajo el brazo; leyó algunos poemas y decidió que valía la pena trabajar conmigo. Estuvimos trabajando un par de horas con un poema mío del que sólo me vienen a la memoria un par de versos:

Trágame.
Mis ojos seguirán
mirándote por dentro.

Y, curiosamente, lo que más recuerdo es que mientras trabajábamos en el poema, Mario estaba cocinando, porque después de la clases tenía invitados para cenar. Rememoro estos dos versos y con ellos me viene el olor de la salsa de tomate y orégano que lo inundaba todo -y ahora pienso que alí estaba de verdad el poema, en la belleza de su casa, él trabajando en la cocina, yo rodeada por sus libros y cocinando mis versos, él viniendo a leerlos con una cuchara de madera en la mano, el ritmo de las palabras en mi cabeza entremezclado con la cuchara dando vueltas en la cacerola...

Ésa fue la única vez. Yo decidí que mi vida era un desastre y que antes que un poeta-profesor lo que necesitaba era un psicólogo. Me hundía en mi primera depresión. Me comía la tristeza, estaba bloqueada, enamorada de mi compañero de piso homosexual, había cortado relaciones con las que no estaba a gusto pero apenas tenía a nadie cerca... Llamé a Mario y le dije "necesito un psicólogo, no un poeta". Y me deseó suerte. Suerte ahora para ti, Mario, buen viaje.

Y ahora va este texto suyo que me gusta muchísimo:

no dejar nada en blanco que todo se inunde que vacilen la mentira la verdad que Él
(¿quién es Él, después de todo?) se sumerja en la franqueza el derrame en la
transfusión de vampiros amantes que se absorben la sangre el uno al otro el uno al
otro i
sin miedo i
sin el miedo que despega las baldosas trastabillan los miedosos creyéndose firmes

cuando todos pasamos la vida perdiendo la firmeza
pero sin miedo sin miedo sin miedo sin miedo
abiertos a la enfermedad
a la de todos los días
enfermarse significa perder la firmeza
Él perderá la suya a su manera
yo perderé la mía a mi manera

aunque nos decían siendo infantes sé fuerte no te dejes
avasallar avanza mira al frente
como soldados nos educaban como soldados
pero yo no quiero ser soldado
no quiero ser soldado ni héroe ni quiero irme en sangre por la patria

sólo quiero que se desnude
que me avasalle con su desnudez
sólo quiero quedarme desnudo i que nos hagamos una autopsia para amanecer vivos

mañana de nuevo
enfermos otra vez en la aventura
Él con mi sangre
yo con la suya

así es difícil que alguien se muera
así es difícil que
trastabillen las baldosas

MARIO MERLINO

4 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

Es demoledor ver a Mario en una ya eterna foto fija.

Un abrazo.

Ángel Muñoz dijo...

si te soy sincero ana, desconocía a este señor, pero por tus palabras me hago a la idea de ese cuadro tuyo de juventud, y joer, que gran corazon el de este caballero para darte tiempo y recuerdos, gracias por compartirlo ana.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Buenísimo, Mario.

Ahí estamos,

Un beset

Vik

zUmO dE pOeSíA (emilia, aitor y cía.) dijo...

No conocía a Mario merlino como poeta, pero me ha gustado. Sí lo conocía como traductor de novelas del portugúés al castellano. En concreto, de varias novelas y crónicas de Mario Antunes, uno de mis autores favoritos.

Un saludo.

Emilia Alarcón
zumo-de-poesia.blogspot.com