José Ángel Barrueco, escritor y administrador del blog Escrito en el viento, presentó mi libro en una fría tarde de octubre en la biblioteca de Zamora, que se continuó en una fría noche y una fría madrugada por las calles y los bares. Para aquel acto, escribió un hermoso texto que reprodujo en una entrada de su blog que comienza de esta manera:
Leí este libro hace años. Luego lo presenté en la Biblioteca Pública de Zamora. Sólo estaban cuatro amigos míos, las directoras del centro, algún curioso y un viejo que dormía al fondo (y no es broma), pero Ana hechizó a todos. Escribí un texto de presentación que luego se publicó en algún ejemplar del periódico gratuito Alma de Punk. Ayer, rebuscando entre mis papeles, lo encontré. Así que toca compartirlo; espero que motive a leer el libro de Ana a quienes aún no lo conozcan. Aquí va:
En algún lugar he encontrado una de las numerosas citas que definen ese período confuso de hallazgos y equívocos que conocemos con el nombre de adolescencia. Pertenece al escritor argentino Guillermo Martínez y dice así: “La edad de los absolutos, la edad de la contaminación necesaria, la edad en que se llora cuando los demás ríen y se ríe cuando los demás lloran”.
Ana Pérez Cañamares, partiendo de esa época de brillos y lágrimas, disecciona los traumas, las dudas, los amores, las pasiones, los naufragios propios del adolescente en éste su primer libro (cautivador, hermoso) de cuentos, “En días idénticos a nubes”, cuyo título es un préstamo del primer verso de un poema de Luis Cernuda que comienza diciendo: “Adolescente fui en días idénticos a nubes”. A la cita del poeta la acompaña una afirmación rotunda de Ramón Gómez de la Serna: “La adolescencia es cosa bárbara”.
´SE puede seguir leyendo esta entrada aquí.
1 comentario:
Las nubes me trajeron aquí y lo agradezco.
Un abrazo.
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