Nuestro panfleto cultural (o culturheterogéneo como nos llamábamos al principio) acaba de cumplir tres años. Por ello, hemos elaborado un monográfico en el que dejamos de ser un panfleto (bueno sí, es verdad, mentimos descaradamente, esto nunca ha sido un panfleto en el sentido estricto) y nos convertimos en una revista que celebra su aniversario.
Desde marzo de 2006 el panfleto cultural (calidoscopio.net o a través de panfletocalidoscopio.com) ha publicado 30 números en la red, algo que ahora, mirando hacia atrás, nos parece asombroso y también fantástico. Hemos aprendido tanto juntos que en este número especial hemos querido traer precisamente el camino, este que emprendimos, como hilo conductor del número de marzo-abril. Un camino con muchas lecturas, metáfora incesante del ser humano, de nuestro caminar constante, de nuestro pensamiento siempre en evolución. Como en ocasiones anteriores (otros monográficos: erótico festivo; cafés, bares y clubs y el mar la mar) hemos invitado a muchos amigos a participar en esta celebración con ensayos, cuentos, poemas, hiperbreves, reportajes fotográficos…
Somos afortunados y, a lo largo de este recorrido, hemos tenido la suerte de recibir cada vez más visitas, desde las 700 del principio hasta las 12.000 de ahora (quizá para muchos internáutas una cifra normalita, pero para nosotros algo realmente emocionante); visitas de gente de todos los rincones, pues además de las españolas, con un cincuenta por ciento, el resto provienen de México, Estados Unidos, Argentina e Italia, entre otros muchos países. ¿Qué mayor alegría que saberse correspondidos? Y ¡qué miedo!, pues la responsabilidad aumenta con cada comentario, con cada correo electrónico que recibimos cuando alguien saluda y dice luego "quiero recibir el panfleto".
A todos los que nos siguen: muchísimas gracias. Es un placer y un honor tenerles como amigos. Asimismo, aprovechamos para agradecer a nuestros colaboradores su desinteresada participación. Gracias por enseñarnos y mostrarnos lo que saben y lo que imaginan.
¿Y no es acaso Internet el camino común de nuestro siglo? Hemos cambiado las líneas rectas para circular sobre las redes invisibles que, como neuronas, como una tela de araña, nos ofrecen más de un camino por el que transitar, avanzar y volver. Y en el camino nos encontramos, nos leemos y nos conocemos. En definitiva, añadimos un vehículo más a través del cual conseguir nuestro fin: saber más y disfrutar conociendo.
Un saludo y felices lecturas
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