El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

viernes, abril 24, 2009

Había un bar, un poema de Domingo López

Había un bar adonde iba
cuando sufría.
Entraba en una penumbra fresca,
olorosa a vino rancio,
a aceituna
y se sentaba en una mesa del fondo
como un perro exhausto
que se echa.
Desde ahí miraba el mundo
tras el cristal sucio
y bebía
en silencio como los tres
o cuatro asiduos que se reconocían
en aquella tasca sin nombre,
como apiadándose
unos de otros.
Luego
pasó el tiempo
y la vida le fue dejando
sin amparo
- otra ciudad, un empleo, un hijo,
las primeras muertes,
cuarenta años –
soportando el dolor
en su implacable interperie.
Ayer volvió
y encontró el callejón,
casi arrastrándose como entonces.
Peluquería Nuevo Look
leyó
con asombro y tristeza.
Y entró
y se dejó cortar el pelo escaso
mientras tragaba saliva
y se veía la cara en el espejo,
las arrugas,
la perenne mueca en la boca
y entonces supo
que aunque ya era tarde
para buscar refugio
ya no tendría definitivamente,
hasta el nicho final,
ningún sitio
donde esconderse.
DOMINGO LÓPEZ
(Extraído de su blog La cosa que arde. Gracias)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vida, al fin y al cabo, dinámica cadena de entreactos... Y siempre acabamos por encontranos a nosotros mismos. Un poema repleto de existencialismo.

Un placer saludarles.