Señor:
Estamos cansados de tus días
y tus noches.
Tu luz es demasiado barata
y se va con lamentable frecuencia.
Los mundos nocturnales
producen un pésimo alumbrado
y en nuestros pueblos
nos hemos visto precisados a sembrarle a la noche
un cosmos de globitas eléctricas.
Señor.
Nos aburren tus auroras
y nos tienen fastidiados
tus escandalosos crepúsculos.
¿Por qué un mismo espectáculo todos los días
desde que le diste cuerda al mundo?
Señor.
Deja que ahora
el mundo gire al revés
para que las tardes sean por la mañana
y las mañanas sean por la tarde.
O por lo menos
-Señor-
si no puedes complacernos
entonces
-Señor-
te suplicamos todos los bostezadores
que transfieras tus crespúsculos
para las 12 del día.
Amén.
LUIS VIDALES
Antología. La poesía del siglo XX en Colombia. Edición de Ramón Cote Baraibar. La estafeta del viento. Colección Visor de Poesía. Madrid, 2006
3 comentarios:
Amén...
Empiezo a rezarlo hoy mismo!
Dos besos
Bella oració, veré que puedo hacer desde el fin de los tiempos. Un saludo
Luis Vidales, es uno de los poetas de màs impacto en las letras colombianas, la oraciòn es paradojica, de todos modos es poesìa. Le agradezco, Ana por tener esporadicamente en cuenta las letras sudamericanas en este caso colombiana.
De un lector asiduo de tu blog.
Gracias.
Oliver.
Publicar un comentario