Por último, habla de las metáforas de personificación, ¿Qué función tienen?
Este es el punto más interesante. Una vez naturalizado y humanizado, como paciente, el tinglado económico (o sus componentes), ¿hay algo más lógico que acabar de dotarle del resto de atributos humanos? Así, se habla con toda naturalidad de que los mercados "castigan" a las divisas, de que las Bolsas responden "con alegría", de que el Ibex "vive pendiente" de Europa od e que la crisis "ha demostrado" que hay que regular el comportamiento de los bancos. Lo que se cosificó, naturalizó y medicalizó termina así adquiriendo rango de persona ya autónoma que siente y actúa como tú o como yo, con sus alegríaas y depresiones, sus necesidades y frivolidades. y hasta la capacidad racional de demostrar esto o aquello. O sea, se convierte en un fetiche, es nuestro propio poder enajenado que se independiza y se nos impone desde fuera como una voluntad inapelable e implacable.
EMMÁNUEL LIZCANO, entrevistado por Amador Fernández-Savater para el Diario Público, Sábado 28 de febrero del 2009
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