Una vez construidos ciertos movimientos del dinero como si fueran cosas, y aún cosas naturales, una nueva vuelta de tuerca metafórica consiste en presentarlos como organismos vivos. Más aún, como seres humanos dolientes necesitados de solícitos cuidados médicos. así, se habla de que la 2patología de la crisis" requiere de un correcto "diagnóstico" que "inyecte liquidez en grandes dosis" en el "cuerpo de la economía" para "alimentar los flujos de capital" y "regenerar los fondos monetarios". ¿Quién sería tan cruel como para negarse a que su dinero/sangre se emplee en las urgentes transfusiones que paren la hemorragia a chorros del paciente, aunque sea un paciente financiero? Además, si la economía (o los flujos de capital, o el sistema crediticio) es quien sufre, no puede ser quien nos hace sufrir, como algún malpensando hubiera podido sospechar.
Emmánuel Lizcano, entrevistado por Amador Fernández-Savater. Diario Público. Sábado, 28 de febrero de 2009.
1 comentario:
Así es. La economía requiere la maestría del cirujano borracho en sus ahorros.
Y de su líquido bisturí monetario.
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