APÉNDICE A LA PROFECÍA DE LA PAZ
!No parar después de convertir las espadas
en azadas, !no parar! Hay que continuar golpeando
y haciendo con ellas instrumentos musicales.
Quien quiera iniciar otra guerra
deberá pasar de nuevo por los aperos de labranza.
YEHUDA AMIJAI
Gran tranquilidad: preguntas y respuestas. Traducción de Raquel García Lozano. Poesía/Cátedra. Madrid, 2004
3 comentarios:
que maravilla de poema, gracias.
Precioso todo su contenido.
Saludos
hermoso dulcemente certero, como un beso que da en el blanco, gracias YEHUDA, gracias Ana
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