Domingo, 1976
Son las tres y media de la tarde de un domingo cualquiera
Todos están sentados alrededor de la mesa
Menos el padre
La madre no consiente que los hijos prueben bocado
Hasta que llegue el cabeza de familia
La comida se enfría sobre la mesa
Cuando oyen llegar el coche de papá
Y sus pasos tambaleantes en la escalera
El desasosiego se convierte en pánico
Entonces
Uno de los hermanos
El favorito
Se apresta a prepararle las zapatillas al padre
Y los demás le ruegan al dios del catecismo
-Conteniendo a duras penas los esfínteres-
Que los libre esta vez de los golpes del señor de la casa
La madre también reza para sus adentros
Aunque aún se atreve a reprochar
Cuando el borracho atina a abrir la puerta
La comida está fría,
La puse hace media hora en la mesa
El mayor de los hermanos quisiera ser el amigo
Que perdió a su padre en la mina
PATRICIO RASCÓN
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