El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

jueves, septiembre 25, 2008

Un poema de Julio Obeso González


la pena ama
el ronroneo:
¿quién cuidará
ahora de mis dedos
acostumbrados?

fue capaz
de mirar espíritus
con vídrios centesimales
asustarnos con su histeria
de insectos

ya/ francas las
puertas
que sólo se abren
con el lomo/

un hondo araño
este domingo
no serán las mismas
lentejas
sin su secreto
ni gozne la
ventana prohibida

digo yo que los ángeles
tendrán un cojín exacto
el mismo ratón de cordeles
y sabrán provocarla
arrastrando planetas
cambiando la voz
juntando sus cuerpos
para que parezca
que todo el amor de la casa
no es sólo para ella

JULIO OBESO GONZÁLEZ

(Mil gracias a Julio, que me mandó este poema cuando supo que había perdido a mi gata Olivia, en la foto. Os invito a visitar el blog de Julio, Alrededor de la medianoche).

8 comentarios:

Gsús Bonilla dijo...

jo

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Vaya, vaya... uhmm, ya veo....

se coló el gato astur, una deidad ejipcia que a base de beber luz lunar y savia de los fresnos se dice que vive "ad hile tempore"... bueno, el hallazgo es mayúsculo... me alegra que su maullido se encarame en este espacio... que ronronee y deje su gracil verbo en tan acogedora casa como ésta, del alma disponible.

Julio es un gran cuentista (entiéndase como escribidor de cuentos) y en algunos poemas, con algún sorbo de Cardhu por medio, hemos rozado las ventanas del Hades y descuernado las astas insaciables del Dolor y la Esperanza. A más de un hermano, tiene éste irrefrenable pescador de asuetos el record de abrazos a las musas y los gaiteros en jornadas maratonianas de sidra y verso, de risas y complicidades.

Uhmmm... y si ha traido su gato hasta aquí.... vaya... buenos presagios morosamente se camuflan entre los muebles de tu sala de lectura.

Un beset, Ana.

Y abrazito al oso astur.

Tuviktorin

Julio Obeso González dijo...

Querida Ana: Mil gracias. El poema es compartido, como ese oscuro daño que los seres queridos desprenden al marchar. Estoy contigo, tú sabes. Ambos tuvimos la fortuna de encender el más bello roncón o compañía, sólo con caricias; magia no por mil veces repetida, menos fascinante. Cuántas veces me hubiese gustado saber estar así, abandonado, sin más certeza que unos dedos cómplices rozándome, ovillado en la penumbra y la tranquila rítmica de su pecho descansando. Los que fuimos adoptados por tan bellas independencias, jamás podremos pagar esa deuda de amor.
Un beso fuerte,Ana y mi mejor abrazo en esta noche un poco fría y triste.
Julio

Julio Obeso González dijo...

Viktorius, el maullido lo harás tú en cuanto te tenga al alcance de mi abrazo. Gracias compi por ponerme en la órbita de Ana y de tantos otros. Como siempre te echo en falta. Besitos.
Julio

C. Chase dijo...

Resaca/Hank Over VV.AA. (Caballo de Troya-Mondadori)


¡Ya decía yo que me sonabas de algo!

C. Chase dijo...

PD: siento lo de tu gato.

C. Chase dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
C. Chase dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.