La editorial Algaida acaba de publicar el último libro de Manuel Moya, EL SUEÑO DE DAKHLA, atribuido a un poeta saharaui de nombre Umar Abass.
Umar Abass nació en Ad Dakhla (Sahara Occidental) en 1942. En 1960 se traslada a París, ciudad en la que permanecerá diez años. A mediados de 1970 se incorpora al Frente Polisario y es detenido en su ciudad natal por las fuerzas coloniales españolas. Tras un corto periodo carcelario es expulsado del país, y se instala en Damasco, ciudad que abandona en 1975 para incorporarse como combatiente a la lucha de su pueblo. En 1976 participó en la proclamación de Bir Lehlú y tres años más tarde fue herido en combate. Desde 1987 reside entre Madrid, Tindouf y Kirsehir, ligado a organizaciones humanitarias pro-saharauis e impartiendo clases universitarias. Ha publicado el libro de viajes: Por el camino de Luhr (Ed. Izmir, 1996), fruto de su viaje a pie por la región norte de Irán y traducido a poetas sufíes como Rumi, Sadi y Feridu-d-Din a nuestro idioma. Su poesía (siempre en soporte castellano) escrita entre 1977 y 1998 fue recogida por ĹHarmattan (París, 1999), bajo el título de Tregua / Trêve. El sueño de Dakhla, acoge su poesía en castellano desde 1999 hasta 2005.
EL RÍO
Si el río quisiera obedecerme
ABU NUWAS
Hay tardes en que siento, aquí, en mi corazón, el río,
lo siento como siento que soy viejo.
Pero ajeno a mí, el río pasa y pasa,
mientras la tarde deja en las orillas una luz tibia,
olor a lodo, a flores muertas.
Sí, es este el río,
el que llega en las sombras,
el que muele las sombras,
el que arrastra las sombras.
[SI ASÍ LO QUIERES]
Si así lo quieres,
cubre el cielo de tinieblas
y azota las cumbres y enfurece a los ríos,
pero apiádate de esta casa
que he alzado por tres veces
de la furia y la sevicia de los hombres.
Nada conozco más frágil que estos muros
donde un mísero fuego cada noche
me calienta y me da luz,
así que hazme el favor,
pasa de largo
y de castigar castiga las murallas del alcázar,
que se alzaron para desafiar al mundo,
y no a mí, que a nadie desafío.
MI CASA
En mi casa espero la vuelta del sol, el viento
que hinche las sábanas,
las bruscas nubes de la primavera.
Me entrega la casa su seco mendrugo y la inquietud
de quien en ella ha visto anochecer
en una cadencia que no es nueva.
Ajena a la memoria, me tiende sus paredes (¿porque en ella
está lo que yo busco, lo que en vano busqué
en remotas aduanas? No lo sé.).
Yo la oigo, como se oye al niño que llora en la memoria,
como se oye un río bajo la densa arena.
Y digo "mi casa", pero debiera decir que soy suyo,
la parte de mi casa que baja a por tabaco, a por naranjas
la parte que mañana, mañana mismo,
se sube a un avión y ya no vuelve.
Yo hice esta casa. Ella me ha hecho. No estamos en paz.
3 comentarios:
desde luego un personaje apasionante, como estupenda es su poesía... que para variar no conocía... gracias besos...
Sí, ¿verdad? Todas las transmutaciones de Manuel Moya son impresionantes.
Gusto de verte por aquí, como siempre. Besos
Un libro muy bello; y LIBERTAD PARA EL PUEBLO SAHARAUI
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