MIENTRAS TANTO
Mientras tanto subimos la escalera
(de vez en cuando se oye a los que caen de espaldas),
nos paramos
un poco, alguna vez
(vacilamos, como una hoja
en el instante de arrojarse al aire)
viene
el vértigo a todo correr desde el vacío
y, cerrando los ojos,
nos asimos a nuestro ser más íntimo,
y seguimos
y seguimos subiendo la trágica escalera
colocada,
creada, por nosotros mismos.
BLAS DE OTERO
(Gracias al blog Bipolar, por descubrirme este poema).
2 comentarios:
es impresionante, y más situando al poeta en su época....pero los poemas traspasan las épocas históricas.
saludos.
Con Blas de Otero se aprende a masticar la tierra y boxear con el cielo. Como si pudieramos perder una batalla y otra y otra. Pero no la guerra de ser hombre/mujer.
Siempre pensé que Dios creía en Blas, incondicionalmente.
Un beset
Viktor
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