LOS HOMBRES DE PAPEL, TIMBRE Y MONEDA
Ellos muerden las ciudades, se alimentan
del jugo que rellena nuestras almas,
lamen nuestros hogares en busca de más,
hincan sus incisivos, corroen la epidermis de Gaia,
pisotean las montañas
arañan, rascan, delimitan las verdes praderas
ellos juegan a teñir el color del aire
a cambiar el azul de las cosas por negro y gris,
ellos evaluaron los tonos de piel y juzgaron,
ellos dictan las normas y nosotros
nos apartamos de su camino
así funciona
ellos horadan las nubes, nos tapan el firmamento,
engañan nuestros sentidos, nos aconsejan,
nos cantan nanas, nos dan arrumacos, nos miman
inventan el sentido de nuestro camino,
iluminan nuestra humana oscuridad, nos adoptan
nos quieren,
nos cuidan porque les resultamos necesarios
ellos son nuestro por qué.
nuestro cuántoy nuestro cuándo,
ellos que son casi uno
y nosotros que somos millones.
A la búsqueda del poema anterior en el blog de Lucas, el koala puesto en el ojo del tigre, me encuentro con esta otra joyita:
En el país de los ciegos
el tuerto
es invisible.
Hasta el título de la entrada me encanta: "El país de los perfectos." Ese país del que deberíamos emigrar antes de que nos trague. Gracias, Lucas.
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