El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

martes, abril 29, 2008

Reseña de La alambrada de mi boca, por Enrique Villagrasa


La primera impresión que me queda tras la lectura de “La alambrada de mi boca”, de
Ana Pérez Cañamares (Santa Cruz de Tenerife, 1968), es que es un bello poemario: me ha llamado la atención la capacidad explicativa y descriptiva de esta escritura
poética de Ana cercana al poeta David González, a quien le dedica el poema
‘La pregunta’, y que estoy ante un poemario de temática amorosa, pero no
como casi todos, porque éste sí tiene gancho: “y el amor nace siempre, como
Dios, / de un malentendido.” (Pág. 25). Y tiene un atractivo trascendido
por todas las esquinas del verso o por todos los motivos habidos en los poemas,
pues no se limita al hecho amoroso, en sí, sino que presenta esa aventura
vital rodeada de sus circunstancias orteguianas; pero, también, de
unos paisajes o momentos con mucha fuerza. Imbrica todo esto de manera interesante,
casi geométrica. O sea que tenemos un poliedro hechizante con
y en todos los poemas del libro, y el centro geométrico es la voz de la poeta
que está presente en estos versos, a través del yo poético. Se trata de
una serie donde los poemas indagan y llegan al fondo de una relación amorosa
que se desarrolla en un aquí y ahora, lleno de contradicciones y de
cotidianeidad, y repleto de intimidad, esa intimidad con sentido común tan
poco común en la poesía actual. También hay que apuntar que son poemas
muy variados, desde extensos hasta uno de cuatro versos que raya la genialidad:
“A través de la alambrada /de mi boca / tus besos tienen el sabor/ de la libertad” (Pág. 45 ).

Son poemas donde Ana Pérez nos muestra su interior y exterior, debidamente engarzados,
a través de unos versos de buena factura. Es una especie de enfrentamiento
de la realidad interior y exterior frente al silencio, diríase. Esta
poesía conmueve, y el poliedro de sentimientos, sensaciones y emociones
es amplísimo. Hay poemas intimistas, otros de línea clara, de vocación social,
pero todos con una voz irónica muy capaz y justa. La poetisa tinerfeña, en definitiva,
cuenta sus propias experiencias vitales con versos íntimos y cercanos,
que no es poco.


ENRIQUE VILLAGRASA
Reseña publicada en el Suplemento 2C, del Diario La Opinión, de Tenerife.
(Muchas gracias a Enrique, a quien juro que no conozco y que jamás en mi vida le he enviado un jamón...)

3 comentarios:

Miguel Sanfeliu dijo...

Una reseña sin duda merecida. Me ha parecido muy acertado que resalte el aspecto irónico en tus poemas. Enhorabuena.

Globocautivo dijo...

Coincido con casi todo lo dicho de tu libro.
Besos

Inma Luna dijo...

Qué bien, Ana, me alegro un montón, lo sabes.
Besitos, nos vemos ya mismo.