Ya desde el mismo título –Compañero enemigo– Juan Antonio Bermúdez (Jerez de los Caballeros, 1970) nos ofrece la paradoja que va a estar presente como nudo temático de todo su poemario y, sobre todo, nos muestra una actitud valiente y desusada en estos días de confrontación y abismos: la necesidad de la búsqueda del otro como única vía posible para la supervivencia en un mundo cada vez más injusto y preñado de miedos. Frente a las estructuras de poder (desde la familia, la escuela o la televisión) que nos abocan a la desconfianza, nos conducen al aislamiento y nos imponen la herencia del individualismo más adocenador, el autor nos propone la humilde pero definitiva arma del amor y la fraternidad, de la valentía de una entrega que no juzga ni espera recompensas sino que procura en su mismo arrojo dar un sentido a este viaje lleno de enigmas y desconciertos que llamamos vida.
Pero, frente a lo que pueda parecer, no es esta una postura cándida....
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1 comentario:
Tiene buena pinta..Un abrazo, Ana, nos vemos pronto en Illescas.
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