El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

martes, enero 29, 2008

David Franco Monthiel sobre La criminal pasión de poseer

David Franco Monthiel ha escrito esta reseña sobre el poemario La criminal pasión de poseer, de Manuel Fernando Macías, en la revista Rebelión. Aquí están sus primeros párrafos, y al final de texto, el enlace para seguir leyendo.


La criminal pasión de poseer, Manuel Fernando Macías
Libros de la herida, nº 3 Colección Poesía en resistencia.

Se preguntaba el Vladimir Maiakovski de “Poesía y Revolución” por los elementos que son indispensables para iniciar el trabajo poético. Pluma, lápiz, máquina de escribir, teléfono… enumeraba el poeta de octubre, y al poco consideraba también un paraguas para escribir bajo la lluvia. Un paraguas para seguir escribiendo bajo la sucia lluvia de palabras del mundo.


De la mano de Ovidio, del viejo verso contra la posesión del amor, Manuel Fernando Macías, se moja, resiste, truena contra la propiedad, relampaguea ante la desesperanza, es fina lluvia que refresca en la vida y el amor y se encapota cuando habla de los meteorólogos de la palabra y la muerte. “La criminal pasión de poseer”, número tres de la colección Poesía en Resistencia de la editorial sevillana
Libros de la herida, es un libro-paraguas, un refugio de palabras tejidas para vencer la desventura pegada a los zapatos, un libro para saltar los charcos de ponzoña de quienes usan malas artes, un libros donde se nos habla de la dignidad y de todos sus laberintos, del crimen de la propiedad, de la militancia política desde la rotunda voz del camarada que, desde su puesto, trabaja desde la geométrica verdad del que sabe que “Perdiendo batallas uno es más fuerte/ Tiene más paz/ Aprende.”
La terca y bella reivindicación de que los versos no sólo se queden en el papel, si no que puedan propagarse por los márgenes para hacerse voz de todos y todas, otorga al poemario la rotundidad exacta del que perdió la fe pero tiene todo el sitio de la esperanza, del que busca la dignidad de los lobos. Más allá de una mirada poética sobre la experiencia política, el libro reflexiona sobre las dificultades, conflictos, virtudes y peripecias diversas del vivir. Y es una decidida apuesta por la honestidad, con mecha, contra la propiedad (“Quisimos amarla/Pero amarla juntos”), repleta de hermosos versos que desgranan cómo se produce la destrucción de la aventura por la especulación burguesa, poniendo también el foco en el mercado cultural y sus estrellas en versos como el demoledor “La fama es la confirmación de las sospechas”.

“La criminal pasión de poseer” afirma que la vida es como una llama frente al viento pero también se pregunta por quiénes encienden los ventiladores. Sí, la pregunta que subyace es qué y quiénes. Y cuáles son los nombres de aquellos que nos dan la mano para llevarnos por autopistas atestadas camino del ocio esclavo, en vagones hacia la muerte en vida. Palabras con una profunda carga de dignidad y filo, de verdad y piedra.


Para seguir leyendo, aquí.

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