A Antonio Gamoneda, de quien tomo
prestadas la belleza y la justicia
Mi casa tiene treinta metros cuadrados
en ella vivimos dos adultos
una preadolescente
y una gata anciana
Mi casa es digna
Si es de dignidad de lo que hablamos
mi casa es digna
Tan digna como las chabolas de latas
como las casas barco
como las tiendas de refugiados
Mucho más dignas todas ellas
que la del especulador
que la del director del periódico
que la del presidente del banco
Si es de dignidad de lo que hablamos
la justicia de las palabras
-la belleza de la exactitud-
aún nos pertenece
(Quiero dedicarle este poema a Mara, que estuvo el otro día en la lectura del Bukowski, y me dijo que este poema le había gustado especialmente. Pues para ti, Mara, muchas gracias por venir. Prometo que pronto contaré cómo fue la lectura, colgaré algunas fotos de esa noche y también volveré a colgar entradas con asiduidad. Estoy dedicando la semana a asuntos pendientes y engorrosos).
17 comentarios:
Ana, querida, Madrid no me dejó entrar el sábado. Espero que nos lo cuentes. Mil besos.
ANA, un abrazote, para el recital quizá haya una sorpresa muy agradable, pero como es sorpresa no te la contaré.
el kebran
sin duda, un poema acogedor...
beso
Hola Ana,
Muchas gracias por acordarte de poner ese poema,un día tengo q explicarte porqué quería ese poema en concreto y que fue lo que había pasado ese día para que, al escucharle, diese un salto.
Respecto a los poemas del libro, empecé a leerlos en el metro camino a casa y una vez que llegué no pude acostarme hasta terminarlo del todo.
Me han llegado al alma, la verdad. Alguno de ellos ni te imaginas de que manera.
Muchas gracias
Besos
Mara
Hola Ana, de vuelta por aquí me he pasado a saludarte. Siempre es un placer leerte y tengo pendiente comprar tu libro que seguro me va a encantar
La casa de Ana
tiene 30 metros cuadrados y una profundidad
oceánica.
Bajas por las esquinas
de sus gafas
o por la comisura
de su sonrisa
y entras en 'el pais de la magia'
y estás en el cuarto de coser cuentos
y leer páginas sabor medianoche.
Se tacha, se tacha, toda pared que constriñe y toda rebundancia y oropel.
Así de abierta es su casa
y de acojedora también.
Tu Viktor
Da gusto venir por aquí. Y ver que estás activa e inspirada. Gracias por compartir tu casa.
Qué bueno encontrate y leerte por aquí, intuir de alguna manera esa búsqueda interna en pos de las palabras que logren por fin configurarnos. Buena poética. Nos leemos, Colega.
Saludos... :D
.. dignos son todos los hombres más no todos los sitios donde algunos les obligan a habitar.. me gustó tu pensamiento y la forma en que lo escribes.. un saludo desde mis colinas solitarias.. :-)
Gracias por el poema, Ana. Me gusta. Sigo con tu libro (la semana que viene quiero ir empezando a desgranarlo en el blog) y lo compagino con El padre de Blancanieves, de Gopegui, y leyendo éste me estoy acordando mucho de tu libro, no sé todavía por qué. En este poema, cuando hablas de dignidad, me he acordado del de Gopegui. Las mezclas no son buenas, pero la que estoy haciendo me está pareciendo genial. Un abrazo muy fuerte, Ana.
El libro es muy conmovedor. Me alegro de al final haberme podido pasar por el Bukowski, aunque fuese un rato tan corto. Me habría encantado estar en la lectura, pero a ver si en otra hay más suerte.
ana, me he tomado una libertad que confío que perdones, te doy un par de vínculos que te interesan espeacialmente a ti:
http://tenasantiago.blogspot.com/2007/12/el-otro-da-hace-cosa-de-una-semana-pas.html
http://humanizandome.blogspot.com/2007/12/el-otro-da-hace-cosa-de-una-semana-pas.html
un abrazo
:-)
amor
Sin duda un hermoso poema!
Felicitaciones por el libro!
un cariño,
Verónica
Jardín Haikú
Paseo Mágico
El Mundo de Wilhemina Queen
Útero de Papel
Cartas de Amor, de Locura y de Muerte
Soy un pedacito de: ♥♥♥ AMOR ♥♥♥
Muy buen poema. Pon más, please.
Y ahora déjame ser un poco malo: no le tomes prestadas esas cosas a gente que anda escasa de ellas.
Besos.
JLP
envidiosete JLP...
Sí, llevo una semana comiéndome las uñas. Anónimo servil...
JLP
Qué lindo poema, tan agarrado a lo cotidiano, al leerlo visualizo paredes blancoas, como tus palabras, cortinas meciéndose suavemente al compás de tus versos.
Un abrazo
Marta UMa
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