Hay demasiada autocomplacencia
demasiado exhibicionismo
demasiada imprecisión
demasiada cobardía.
Hay demasiados gestos
demasiadas reticencias
demasiada iluminación nocturna
demasiada penumbra diurna.
Hay demasiada moral
demasiada grasa
demasiados sustantivos tomados en vano
demasiado convencionalismo autoconvencional.
Hay demasiado esfuerzo
demasiada avaricia
demasiada prisa
demasiado pesimismo autogratificante.
Hay demasiado de mí en estos poemas.
Pero no hay
la suficiente rabia
ni el suficiente amor.
De eso
nunca hay bastante.
(Del poemario Muro con inscripciones, publicado en DVD poesía).
4 comentarios:
Impresionante poema...diciendo, como es costumbre en Jorge, verdades como puños.
WoW!!!
De eso no hay bastante, pero tampoco en la medida justa...
O hay poco o demasiado, nunca lo suficiente como para revertir algunas cosas...
Un abrazo!!!
Riechmann guarda un secreto:
lo inagotable.
Su voz abre ríos entre las piedras.
Dónde cae su sangre sonora
vibra la hierba
y se depone el frío
contra su cálida resistencia sin espinas.
Tu Víktor
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