El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

martes, mayo 22, 2007

La trinchera. Poema

Lo malo de la trinchera
no es su húmeda estrechez.
El barro y la sangre abrigan,
somos muchos aquí,
y las fotos que nos mandaron desde casa
nunca se desgastan.

Siempre hay tiempo para una partida de cartas.
Para el momento íntimo y juguetón
de despiojarnos.
Alguien que baila al ritmo
de los tableteos lejanos
de las ametralladoras,
o un buen imitador de generales
que nos hace reír.

Lo malo de la trinchera
es que no sabemos cuando
tendremos que abandonarla.

6 comentarios:

SONIA FIDES dijo...

El abandono es a veces involuntario, o sería mejor decir que en el contexto que nos muestras es parte del paisaje. Hay palabras de colores exactos, como lo son las de este poema que hasta te manchan las pestañas. Me ha parecido brutal la imagen de los fluidos que abrigan sobre todo porque las sangre derramada deja de ser caliente y el barro caliente no le está reservado a los que han muerto o van a hacerlo. Brutales estos dos versos: "El barro y la sangre abrigan"

Un abrazo.

Sonia.

Miriam G. dijo...

Más que cuando a mí me preocupa como. Bello poema Ana.

Un beso, Miriam G.

Kebran dijo...

ante este poema, me pongo de rodillas
y tu libro chapeau Ana, voy por los primeros relatos pero me esta embrujando. un abrazo

Jesús Alonso dijo...

Como estamos por San Isidro sólo voy a decir olé.

Enrique Ortiz dijo...

Genial, genial, Ana, ¿y sabes lo mejor? Hacía siglos que no leía la palabra trinchera en un poema, y lo necesitaba. Me encanta.

Anónimo dijo...

Hola, decir que te acabo de descubrir, aunque veo que no es corta tu carrera.
Me encanta este poema, y quería proponerte algo: Yo también tengo un blog donde cuelgo mis textos, y a veces, en contadas ocasiones, cuando veo algo digno de leer, algo interesante y supremo en tu caso, suelo pedir permiso para traducir el texto a mi lengua (la catalana) y colgarlo en mi blog siempre diciendo su autor.
Por eso, y delante de la palabra atrincherada quería saber si puedo traducir este poemilla y colgarlo bajo tu nombre.
Muchas gracias, y decir por adelantado que no lo publicaré sin tu consentimiento.