El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

miércoles, abril 04, 2007

Poema de Tonino Guerra

MI CASA EN PENNABILLI

Ahora vivo aquí arriba
en una casa de montaña
y paso el tiempo con las hojas secas
y las pongo en fila sobre un escalón;
o voy a tocar esos hilos de agua
que saltan por una grieta entre las piedras
donde las truchas se acurrucan al fresco
y Sivestro las coge con las manos
como hacen los gatos con las mariposas-
También me gusta hacer cuentas
con una aritmética elemental:
dos y dos cuatro seis y seis doce
si compras siete huevos y se te caen tres
al suelo, ¿cuántos te quedan?
O si no, trazo rayas en la arena
del patio, astas una tras otra
para recordar las piernas esbeltas
de otros tiempos y el aire
llno de luciérnagas y la bicicleta
y el tirachinas, las cometas
y allá abajo cada mes de agosto
el mar que estaba tumbado detrás de las montañas de arena
como un animal bueno
bajo las caricias del amo.
Por las tardes me siento a ver el valle
y la montaña al fondo
cn los sembrados que parecen trapos
tendidos al sol y las lindes
rojas de amapolas y puñados de casa
como nidos de golondrinas sobre la tierra
y la gente agachada trabajando
pequeña como polvo y yo sentdo
con todas estas cosas en los ojos
y la memoria que se ha vuelto blanca
y sobre esta sábana de vez en cuando pasa
la voz de mi pobre madre
y el olor de los membrillos
que ella guardaba encima del armario.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

No conocía nada de Tonino Guerra, jamás lo había escuchado, es un buen poema. La poesía es para mi sumamente dificil, admiro a quien la escribe.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Es un poeta maravilloso. Y encima una persona realmente curiosa: fue guionista con Fellini, con los hermanos Taviani, con Tornatore, con Antonioni. Vale la pena leerlo, te lo recomiendo sin duda. Gracias por pasarte por aquí.

Anónimo dijo...

En algunos momentos me ha recordado a algunos de los primeros poemas de Cesare Pavese.


Un saludo, Ana.

beatus_ille dijo...

Me llama la atención que es un tipo de poesía que que ronda el filo de salirse de ella por lo narrativa que es. Pero sin duda la división en versos da un ritmo en la lectura mucho más cercana, esto es obvio, a la pretensión del autor. El delimitar la frase marca la pausa y el silencio. Por eso se hace tan bella la descripción del paisaje.
El final es lo mejor, la voz, el membrillo, te viene su color a la mente. alegre, y con él un buen sabor de boca de la lectura.

Un beso nena

Unknown dijo...

Gracias por estos poemas Ana, se disfrutan mucho.

Anónimo dijo...

¿Garbancito donde estás?

Un beso, Miriam G.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Me alegro de que se disfruten. Me acabo de terminar su obra completa, y es un maravilla.
Miriam, gracias por preguntar, creo que Garbancito ha encontrado ya su camino de miguitas. Besos

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja te veo floja en literatura infantil, el de las miguitas era Pulgarcito, Garbancito es el de la barriga del buey donde ni nieva ni llueve.

Aun así que me alegro mucho que las miguitas te lleven a buen puerto guapa.

Un beso, Miriam G.

Fernando dijo...

simplemente te dejo unas flores para el jarrón de tu casa..besos

Ana Pérez Cañamares dijo...

Joder, Miriam, es verdad, como se nota que me queda lejos. Pregúntame de Harry Potter, de Narnia o de Terabitia, verás como estoy más al día.
Gracias, Fernando. !Mi salón huele a jazmín!

Jesús Alonso dijo...

Nostálgico, nostáljico, pero contento he estado algunas veces en la vida. Bueno... muchas, como ahora después de leer este poema de Tonino Guerra. Gracias por él Ana y por todos lo demás.