El blog de Ana Pérez Cañamares - poeta

lunes, marzo 26, 2007

La mayor sorpresa

Como dice Jesús Alonso, los blogs se autoalimentan, se fagocitan, se abrazan, se susurran, se van de copas, se echan carreras, se hacen recortes y así podría seguir toda la tarde.
Todo esto para dedicarle este poema, que va al pelo para este rollo fúnebre-festivo que nos ha dado. Sé que el poema también le gusta a Enrique Ortiz, porque lo colgué en su blog, en el primer comentario que me atreví a hacer. Va por los dos. Venga, va, como sé que son generosos, va por todos, como las flores que empiezan a crecer en los jardines y que no son de nadie.

TODO ESO

Todo eso que te abre el pecho
y te pasa de página
como un golpe de azar inmerecido

el olor del jazmín o de la leña
al doblar la esquina

la risa de tu hija
cerrando las heridas abiertas
por la duda

el mar al final de un largo viaje
por carretera
desde mesetas de rutina y polvo

una nube henchida de promesas
de olor a lluvia futura

todo lo inesperado
lo que por sí solo no sería nada
pero de repente confluye con alguna capa de tu ánimo
-no necesariamente la más visible-
traduciéndolo
y añadiendo algún adjetivo preciso

un niño que cae y se levanta
te mira con un color de ojos
para el que no encuentras nombre

una mujer guapa que te mira desde un escaparate
y eres tú -¡eres tú!-

esa borrachera a deshoras
que te coloca en el centro del universo

todo lo inesperado
lo que introduce un giro argumental
contra tus expectativas
tus prejuicios
vida en la muerte de los pensamientos

lo que te hace pensar
qué sabes tú de la vida
-nada-
nada sabes entonces de la muerte

Y en la muerte quizás te espera
la mayor sorpresa de tu vida

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Me iba a poner celosa, pero bueno tratándose de ellos dos y sólo por esta vez, lo dejaré pasar ja, ja, ja... Recuerdo cuando pusiste el poema en el blog de Enrique, me quedé sin palabras no dije en aquella entrada. Hoy claro está, me ha gustado todavía más.

Un beso, Miriam G.

Anónimo dijo...

Cada día nos prepara un poco más para la muerte, pero somos malos alumnos, nos gusta demasiado este recreo de luz y aire y claroscuros que llamamos existencia.

Un saludo, Ana.

Anónimo dijo...

¿Cómo incluir tu mismo poema a tu poema?¿Quién se espera nada del ordenador? Y aquí aparece como luz de píxeles frente a mis horas nocturnas. Un trago de agua fresca que no me esperaba. Gracias CPU.

Enrique Ortiz dijo...

Gracias, Ana. Este poema me vuelve loco. Un abrazo.

SONIA FIDES dijo...

Ana es estupenda esa manera tuya de alimentar el presente. Recalcular el mobiliario sentimental de un día cualquiera es siempre un trabajo para valientes. Esta manera tan calmada de ir "destruyendo" la vida desde la vida es una pasada. La vida es guay, pero la muerte lo es más porque significa que una vez vivimos. Aunque yo una vez dije en uno de mis "intentos poéticos" que la vida es el gran invento de la muerte, la única forma en que esa dama, no siempre elegante puede hacerse la competencia.
Saludos.

P.D. Ah, y no me llamo Jimena, tengo un nombre menos castellano y menos chic,ja,ja,ja, totalmente ruso.

Jesús Alonso dijo...

Gracias por la dedicatoria y por el poema que me ha dado ganas de hacer novillos.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Qué puedo deciros, creo que ya he usado la palabra gracias unas ciento cincuenta mil veces, pero es que de verdad, me parece que sois extraordinariamente generosos conmigo y no tenéis ni idea de lo que me apoyo en vuestras palabras.

alfman dijo...

No se como lo consigues, pero siempre me dejas con un vulnerable estado de plenitud.
Maravilloso poema Ana.
Un abrazo.

beatus_ille dijo...

Y cuantas veces nos decimos eso de que nada sabemos?
Y qué indefensión!


Me adhiero a esa nueva fe, esa de la sorpresa al final del camino!


bss!!

Anónimo dijo...

"lo que te hace pensar
qué sabes tú de la vida
-nada-
nada sabes entonces de la muerte

Y en la muerte quizás te espera
la mayor sorpresa de tu vida"

Un final maravilloso, gracias por tu poema

Francisco Ortiz dijo...

Algo profundo y que late vivo en este poema, sin duda, por el que te felicito.

Marta Sanuy dijo...

Ya te he visto otra vez radiante. Y no ha pasado ni un día.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Besos para todos, y una aclaración: Marta, este brillo es de hace tiempo! A día de hoy, leo este poema como si fuera de otra persona, aunque tengo que admitir que me sienta bien leerlo.

Fernando dijo...

Ahora después de la tormenta de palabras me acerco yo...te leo con la tranquilidad de la primavera lluviosa...oír caer el agua llevandose el silencio en su remanso...y de esa luz que seguro guardas una llama, escondida quizás por los largos días de desilusión, tienes que volver a sacar una tea precisa y hermosa con que iluminar tus ojos, las flores de tu abandonado jarrón, el aire que seguro espera la esencia de tu risa...todo lo que te puede dar un pequeño y feliz sueño...un beso.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Gracias, Fernando. Dormir de tirón ayuda y hoy estoy más animada. Un beso

Anónimo dijo...

Me encanta este poema, Ana, gracias. Ha sido bueno leerlo precisamente hoy.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Me alegro de que te guste y de que te haya servido, Ernesto.

Siomara España Muñoz dijo...

La casualidad de llegar a esta pagina y leer tan bello poema, me ha obligado a escribir, pues cuando la palabra, lacera o emociona sientes esa espina agridulce de la vida y la muerte encarnada en la poética de Ana Perez, y eso es siplemente maravilloso